otro capi muy interesantee

Capitulo 8: mis más profundos temores se cumplen.

Ya estábamos llegando a la casa de Anabella cuando escuche la voz de la señora Caroline Monrou diciendo:
- -hola Joseph ¿Cómo has estado?-le pregunto mientras lo hacia pasar a la gran mansión
- -muy feliz-le contesto entrando – porque le traigo una gran noticia a mi hermosa prometida-
Odiaba que la llamara de ese modo. ¿Qué no se daba cuenta que ella no lo amaba? El no la merecía porque nunca le dio ni una de las muchas atenciones que ella merecía y además se refería a ella como un objeto o un premio que el quería ganar.
- -Alec, Alec ¿estas bien? Alec- me llamo Anabella algo preocupada.
- -Si es solo que me quede pensando- me excuse mientras la miraba era tan hermosa.
- -Si eso ya lo note parecía que estuvieras en otro mundo-me dijo riendo suavemente- gracias por mostrarme tu lugar secreto- me dijo mientras me empujaba suavemente el hombro- eres muy dulce-
Comenzó a bajar de la carreta cuando con mucho cuidado yo la empuje otra vez hacia su asiento.
-permíteme-le susurre mas sensual de lo que decaíble.
Su corazón comenzó a latir más rápido mientras que susurraba muy bajo una aprobación.
Si corazón era cada vez más irregular como si estuviera preocupada, aterrada o atraída.
¿Atraída? Si claro como iba a estar atraída hacia mi si yo era un vampiro.
Baje de la carreta y corrí a velocidad vampirico hacia un rosal rojo que estaba muy cerca.
Tome la flor más bella y se la lleve.
-para ti- le entregue la rosa mientras la ayudaba a bajar de la carreta.
Después de agradecerme se despidió y se fue hacia su casa.
Yo me acerque hacia una ventana donde podía ver a todos los que estaban en el comedor.
- -hola Anabella te tengo noticias. Le dijo el tonto de Joseph mientras la tomaba de las manos.
Quise corre hacia ellos y empujarlo lejos de ella.
- espero que sea buena- le contesto algo apagada Anabella.
- claro que los son- le contesto- en tres semanas nos cabremos mi amor-
¡¿Qué?! ¿Tres semanas?
Salí corriendo hacia el bosque tenia que pensar.
Tenía que decirle que la amaba y que si ella sentí algo por mi yo la aria la mujer más feliz del mundo.

Una media hora desús de salir de la casa de Anabella corrí hacia un venado para alimentarme y la furia que sentí se fue toda contra el pobre animal.
De pronto una voz me distrajo de lo que estaba haciendo.
- ¿Alec?-
Al daremé la vuelta la razón por la que sonreía cada día estaba parado detrás de mi con unos ojos tan aterrorizados que daban impresión.
- oh por Dios Alec- grito y salio corriendo.