sábado, 24 de abril de 2010

el quinto capiiiiii perdon me demore pero estube cn estudies

Capitulo 6: Camelot y Alec

Ya eran las tres de la tarde de la tardé cuando tocaron a la puerta.
Yo abrí con algo de desgano porque desde que el señor Wesly había declarado que era mi prometido se aparecía en mi casa cada día con un pretexto distinto.
Pero al abrir no era Joseph el que estaba frente a ella era Alec Faviani con esa sonrisa que lo caracterizaba y un ramo de rosas blancas y rojas.
-hola señorita-me saludo entregándome las flores – ¿lista para nuestro paseo? – me pregunto.
- hola Alec, ¿de que paseo hablas?-le pregunte mientras tomaba las flores para ponerlas en un florero –no recuerdo que hallamos quedado en nada- le conteste cortante.
- ¿Anabella? – una voz masculina nos interrumpió. Me di la vuelta esperando que mi “prometido” estuviera parado detrás de mí para quejarse.
Pero al darme la media vuelta estaba el mejor amigo de mi hermano. El siempre era muy dulce conmigo y me cuidaba mucho de jóvenes mi hermano me quería convencer de que el estaba enamorado de mi.
-Camelot cuanto tiempo- camine hacia el para abrasarlo.
El respondió con mucho cariño como siempre lo hacia.
-si yo también te extrañe mucho Anabella- me susurro al oído dándome un beso en la mejilla.
- ¿y él quien es? – me pregunto mientras yo me alejaba para poner las flores de Alec en un florero.
- yo soy Alec Faviani un amigo de Anabella y el hijo del socio del señor Luca- le respondió cortante mientras se acercaba para susurrarme la oído algo que Camelot no pudiera escuchar.
- lo prometiste y sino vienes le cuentó a tus papas que te desmayaste- me amenazo.
- es verdad que lo había prometido pero podías recordádmelo sin amenazarme ¿no?- le conteste cortante. Odiaba que me amenazaran.
- ¿entonces nos vamos?- me pregunto en voz mas alta como para que Camelot lo escuchar esta ves.
-a bueno no quería interrumpir, nos vemos Anabella- se acerco un poco a mí y me abrazó mientras susurraba en el oído: - lo que necesites cuando lo necesites estoy siempre no lo olvides nunca Anabella- me abrazo más fuerte al susurrar mi nombre.
-lo se- le conteste.
Mientras Camelot se marcaba Alec me puso mi chal por los hombros.
- ¿y a donde iremos? –
- Bueno como supongo que romo no se puede recorrer en menos de un día hoy iremos a un lugar muy especial y que va a ser solo nuestro- me guiño un ojo mientras me llevaba a la puerta para salir

miércoles, 21 de abril de 2010

aca dejo el priiimmer capi contado todo por Alec

Capitulo 5: ¿estoy enamorado?

Por Alec:

Anabella se había quedado dormida en mis brazos.
Era tan calida y hermosa. Su aroma la hacia aun mas deseable.
Su cabello color negro se extendía por mi pecho quería que esto fuera hacia cada noche tenerla en mis brazos cada vez que se sintiera triste y sola.
Un golpecito en la puerta me sobresalto pero olí la esencia de mi hermana y me tranquilice.
-no se lo que estés hacinado aquí pero tenemos que irnos a casa- me enuncio mi hermana.
Anabella se acomodo en su cama mientras le daba un suave beso en la mejilla para despedirme.
Al bajar mi hermana me echo una mirada de complicidad y susurro para en el volumen vampirico:
-luego hablaremos-
Yo me limite e asentir y despedirme de toda la familia y subirme a la carreta para llegar a mi casa.
- estas enamorado de ella- me acuso mi hermana mientras entrábamos a mi habitación.
- no exageres solo me estaba llorando y la quise consolar- me excuse ¿yo? ¿Enamorado? Si claro
- entonces contéstame esto- me pidió demandante -¿Por qué le dijiste que siempre estarías con ella siempre?-
Eso me sorprendió no creí que escuchara lo que le dije a esta humana.
-no lo se, siento la necesidad de cuidar de ella, de abrasarla cuando este triste de taparla cuando hace frío, de que se sienta querida ya apoyada cuando todos le dan la espalda- le dije sinceramente a mi hermana.
Ella comenzó a reírse como una loca.
Eso me fastidio. ¿Ella se reía de mí?
-¿Qué es tan divertido?- me queje algo exasperado
- eso es estar enamorado tono- se río aun más.
¿Enamorado? Talvez ella tenia razón y esta humana me había enamorado como nadie lo había hecho en 60 años.
Talvez la necesidad de estar con ella todo el tiempo si era amor.
- si estoy enamorado de Anabella Monrou- me rendí ante mi hermana.
- ¿y que piensas hacer con eso hermanito?- me pregunto
Sentándose a mi lado.
-luchare por ella y por su amor- le asegure abrasándola.
- y yo te apoyare en todo lo que me necesites- me susurro al oído.
-gracias hermanita-

martes, 20 de abril de 2010

bueno el cuarto capie esto se pone cada dia mejor...

Capitulo 4: la verdad duele.

-¿Cómo te atreves a venir y presentarte como el prometido de mi hermano?- le pregunto mi hermano mientras Joseph estaba en el suelo retorciéndose de dolor por el golpe que mi hermano le habia dado.
Me levante de improviso y tome a mi hermano de atrás.
-tranquilo Nicholas déjalo-le pedí.
El se calmo y se alejo un poco yo lo sote y me dirigí a Joseph que se encontraba tirado en el suelo. Lo ayude a pénese de pie y me aleje quedando al lado de mi padre que estaba a la izquierda de Joseph.
-¿tu lo conoces?- pregunto mi hermano. Yo me limite a negar con la cabeza -¿Por qué lo defiendes entonces?- me pregunto herido.
- porque todos tienen derecho a explicar lo que dicen- le explique- y no creo que pueda mientras tu lo golpeas.
- ¿padre que significa esto? – pregunto mi hermano furioso mirando a mi padre.
- el es Joseph Wesly- nos dijo mi padre.
- se eso lo dijo al entrara yo me refiero a que se refiere con lo que dice de mi hermana-
-eso es cierto lo agregamos antes de mudarnos a Italia- nos explico mi padre- bueno lo arreglo tu madre-aclaro en susurros. ¡¡¿Arreglamos?!! Se referían ami como un objeto.
-pero pensé que debía conocer a mi futuro marido antes de que se presentara en mi casa como mi prometido- le dije a mi padre con el tono mas educado que pude.
- lo lamento pensé que su padre se lo había comunicado antes de su partida de Paris- nos interrumpió Joseph.
- no hay problema- le contesto mi madre desde la mesa – ¿Por qué no nos acompañas en el té?- propuso señalando la silla que se encontraba a su lado.
- claro con mucho gusto-
El resto del té estuvimos conversando de las cosas que teníamos en común que para mala suerte no eran ningunas.
Saque dos conclusiones de mi prometido:
1_era el ser mas engreído y ególatra que había conocido en toda mi vida.
2_jamás podría enamorarme del.
Eso me frustro muchísimo. Quería estar sola sin que nadie me presionara con las miradas de los Faviani y las de mi familia.
-con su permiso me retiro- dije sin esperar a que nadie me responda.
Subí corriendo a mi habitación. Al entrar me senté en la cama y me puse a llorara como loca.
Una mano en mi espalda me sobresalto.
Al darme la vuelta Alec estaba parado detrás de mi.
- lo lamento buscaba el baño y entre aquí y te vi llorar- me explico sentándose a mi lado – por eso entre ¿Por qué lloras?-
- no quiero casarme- le explique. Esa era la verdad no conocía
Hombre y hociquera me caía bien.
- no te preocupes tu hermano te ayudara- me consoló pasando sus manos por mi cintura y abrazándome fuerte contar el – y sino lo hace yo te protegeré nunca mas estarás sola lo prometo-
No savia lo que le hacia pensar que estaba sola ni lo que lo hacia querer protegerme. Pero yo solo le respondí al abrazo.
El se dedico a besar mi cabeza y a acariciar mi brazo.
Susurrándome “todo estará bien yo estaré siempre contigo”
-gracias, no se porque haces esto pero por favor no me dejes sola- le roge apretándome mas corta él.
-nunca- me susurro al oído haciéndome perder la conciencia de lo que estaba pasado y el tiempo en el que vivíamos dejándome dormir en los brazos de este hombre que me ofrecía su apoyo incondicional.

gracias

queria decirle muchas gracias a mi segudora iingrid la verdad ss lo mas y vi ts dos blogs los cuales son muy buenos y me encanto la nueva historia xfa no la dejes xq la auiero leer toda me encanta el chico de shonora si qures podemos comunicarnos y pasarnos los msn para creear una historia juntas o para hablar de crepusculo nada mas.
bs ss una gran persona
anita

lunes, 19 de abril de 2010

bueno aca el primer capi que tien cosas contadas por alac difrutenlo

Capitulo 3: ¿comprometida?

Cuando desperté estaba en algo muy cómodo pero frío.
-¿Dónde estoy?-pregunte esperando que no estuviera sola y lo acolchonado no fuera mi vestido.
-en el pequeño bosque de la parte de atrás de tu jardín-contesto una voz tan bella que por un momento pensé que era un ángel.
De pronto sentí una fría mano acariciando mi mejilla.
-eres tan hermosa- susurro esa voz tan magnifica.
De pronto abrí mis ojos para encontrarme con Alec Faviani acuclillado a mi derecha.
-Alec-susurre incorporándome rápidamente. Sin darme cuenta su rostro quedo a escasos centímetros del mío.

Por Alec:
Mi nombre sonaba tan hermoso en los labios de esta frágil humana.
No podía creer lo que había acababa de hacer.
Yo había de utilizar mi poder para dejar sin conciencia a la única mujer que me a echo suspirar por miedo a besarla y para peor ahora sus labios estaban a menos de diez centímetros de los míos. Esta humana me iba a volver loco.
-¿te encurtas bien?-pregunte mientras me ponía de pie.
No podía besarla no sin su aprobación. Quería que ella me escogiera porque yo ya la había elegido para toda la eternidad.
-si, solo me duele un poco la cabeza pero debe de ser porque en la caída me pegué contra el suelo-
Se levanto y se acomodo el vestido.
-te agradecería que no contaras esto en mi casa- me solicito preocupada - no suele pasarme y querían cuidarme como si tuviera cuatro años-gimo mientras me miraba suplicante.
En ese momento se me ocurrió una gran idea.
-no les diré si accedes a que el sábado te muestre toda roma-le amenace en mi tono mas seductor.
-pero vamos con nuestros hermanos-tartamudeo mientras se daba la se encaminaba hacia la casa.

Por Anabella:

Ya era la hora del te cuando un hombre muy guapo entro al comedor.
Tenía los ojos muy azules y el pelo bien negro. Era alto y con un aspecto muy fuerte.
-hola yo soy Joseph Wesly el prometido de Anabella-se presentó extendiendo la mano hacia al señor Faviani.
En ese momento no entendí nada pero recordé lo que mi madre me quería decir antes de salir de París hacia esta nueva ciudad.
Era que estaba comprometida con un hombre que no había visto en toda mi vida.
Mi hermano se levanto de la silla y no me dio tiempo a pensar cuando vi al Joseph tirado en es suelo frotándose la mejilla.

viernes, 16 de abril de 2010

bueno x fin el segundo capi xfa comenteeen

Capitulo 2: los Faviani

13 de junio de 1895, Roma Italia

Ya hacia una semana desde que habíamos llegado a esta nueva casa y hoy seria muy difícil dado que conoceríamos a la familia con las que mi padre pondría su negocio de ganadería y agricultura en los campos que se encontraban fuera de la ciudad.
Un pequeño golpecito en la puerta me distrajo.
-hola señorita Anabella ¿ya esta pronta?-me pregunto mi querida amiga con una sonrisa burlona mientras entraba a mi habitación.
-hola Juli, ya estoy pronta- le conteste tomando mi pequeña sombrilla color crema.
Al bajar mi hermano estaba al pie de la escalera.
Llevaba un hermoso traje negro que resaltaba sus brillantes ojos azules y su pelo color castaño peinado hacia atrás.
-lindo peinado- me reí mientras tomaba su brazo para ira la jardín. Savia cuanto odiaba peinarse de ese modo.
-muy chistosa-se burlo caminando a paso muy rápido-vamos mama ya esta molesta-
Al llegar había cuatro personas paradas.
Un hombre alto de pelo color rubio que se encontraba hablando con mi padre de seguro el era Alejandro Faviani uno de los socios de papa.
A su lado había una mujer muy bonita con el pelo muy negro y unos ojos color dorado muy bonitos.
Luego estaban una muchacha más bajita que tener más o menos unos 17 años y un chico a su lado de unos 14 o 15 años pero no pude ver sus caras pues estaban de espaldas a nosotros.
-Hola padre-saludo Nicholas mientras y me limitaba a hacer una reverencia con mi vestido.
-Hola amores déjenme presentarles a los Faviani el es Alejandro-dijo señalando al hombre mas alto- ella es Helena su esposa-nos dijo mostrándonos a la mujer mas alta.-y ellos son sus hijos Alec y Jane-
La chica se dio la media vuelta para poder mirarnos.
La chica era muy guapa tenía el pelo color castaño y unos ojos idénticos a los de sus padres.
Nicholas se puso nervioso y yo me reí quisquillosamente mientras soltaba a mi hermano y le susurraba al oído.
-ve salúdala galán-
-no es divertido-me contesto mientras extendía su mano ala joven.
-yo soy Nicholas- la saludo.

Ella y mi hermano se fueron a dar un paseo mientras mis padres se quedaron charlando un rato en el comedor de adentro.
Yo decidí salir afuera un rato ya que el joven Faviani ni siquiera se digno a mostrarme su rostro.
Camine hacia los rosales y me senté en un pequeño banco q se encontraba lejos de la casa.
De repente sentí un sonido y me di media vuelta.
-¿como es tu nombre? Aun no me lo as dicho- pregunto una voz aterciopelada detrás de mi.
De di vuela violentamente para ver a Alec Faviani parado detrás de mi.
Era un joven hermoso tenia un cabello castaño oscuro y los ojos iguales al resto de su familia.
-me llamo Anabella Monroe-le conteste cortante.
-es un placer tu nombre es tan hermoso como tu- dijo mientras se acercaba a mi.
Me comencé a poner colorada y el corsé comenzó a apretarme dado que respiraba más rápido de lo normal.
Alec se sentó a mi lado y me acaricio la mejilla con un leve toque eso vasto para que mi corsé se tensara del todo y no me permitiera respirar.
De pronto todo se hizo negro y solo pude escuchar la dulce voz de Alec mientras me llamaba.
-Anabella, Anabella respira-

lunes, 12 de abril de 2010

aca le dejo el primer capii de la hitoooriia

Capitulo 1: nuevo hogar

13 de mayo de 1985 Paris, Francia

-señorita Anabella debe despertara el barco de su familia sale en 3 horas- me anunció la señora Flora mientras golpeaba mi puerta.
Flora era mi nana ella me cuido desde que yo había nacido. Era una señora muy elegante y generosa.
- ¿Flo podrías llamar a Julieta para que me ayude con mi vestido?- le pregunte mientras me ponía de pie para poder poder tomar mi vestido color crema.
- Claro mi niña, yo la llamo pero usted debería aprender a ponérselo sola antas de q su madre se entere.
Mi madre era una mujer muy autoritaria que le gustaba que todas las cosas se vieran bien aunque no lo estuvieran.
De pronto se hoyo un pequeño golosito en mi puerta.
-Hola Anabella- me saludo mi amiga Julieta.
Ella era la hija de Flora y se había criado con migo y era como mi hermana menor pero para mi madre ella solo era una empleada por lo que no me dejaba andar con ella por las calles.
-Hola Juli me ¿ayudas colocarme mi corsé por favor?- le pregunte mientras me ponía la lo que iba debajo de mi corsé.

Ya eran las 11 de la mañana y solo faltaba una hora para que nuestro barco zarpara rumbo a nuestro nuevo hogar, cuando me dirija al comedor central para mi último desayuno en mi querida casa.
Unos cantos pasos antes de llegar sentí unas manos que se deslizaban desde mis mejillas hacia mis ojos y me impedían mirar.
-Nicholas- susurre mientras estiraba mis manos hacia atrás y lo empujaba suavemente.
-¿si querida hermanita?-pregunto mientras se apretaba mas contar mi.
Mi hermano siempre había sido muy infantil y divertido. Pero era la única persona que me hacia sacar una sonrisa en los momentos mas tristes.
-¿Señor Nicholas Monroe podría soltar mis ojos q no puedo ver?- pregunte algo juguetona.
-Ho! Disculpe no lo había notado- contesto mi hermano retirando sus manos de mis ojos.
-si claro, ¿como podría usted jugar de esa manera tan inmadura? ¿Como no se me había ocurrido que era un error? Mil disculpe señor- me burle de el mientras me daba la media vuelta para darle un suave beso en sus mejillas y tomarlo del brazo que el me ofrecía.
-Eres el ser mas cínico que conozco-declaro dándome un beso en mi sien- pero de todos modos te quiero-
Nicholas siempre era un hermano muy tierno y tenia la cualidad de hacer que cada momento a su lado fuera especial.
Al llegar al comedor mis padres ya estaban sentados uno al lado del otro.
-Anabella por fin llegas, debemos hablar contigo-anuncio mi mama
Mi papa estaba a su lado el siempre había sido mas calmo y cariñoso a la hora de hablar de algo importante con míe hermano y conmigo.
-mejora al llegar a Italia amor-le susurro en un oído a mi mama q paresia q iba a explotar.